
El perfume de los dioses
Había una vez, en la antigua ciudad de Isfahán, una perfumista llamada Farida. Sus ojos eran tan oscuros como el carbón y su cabello, tan negro como la noche sin luna. Pero lo que más destacaba de ella era su…
Había una vez, en la antigua ciudad de Isfahán, una perfumista llamada Farida. Sus ojos eran tan oscuros como el carbón y su cabello, tan negro como la noche sin luna. Pero lo que más destacaba de ella era su…